La energía solar térmica consiste en el aprovechamiento del calor solar mediante el uso de paneles solares térmicos.

De manera muy esquemática, el sistema de energía solar térmica funciona de la siguiente forma: El colector o panel solar capta los rayos del sol, absorbiendo su energía en forma de calor. Será entonces cuando a través del panel solar hacemos pasar un fluido (normalmente agua + anticongelante) de manera que parte del calor absorbido por el panel es transferido a dicho fluido, elevando su temperatura. Posteriormente, es almacenado o directamente llevado al punto de consumo.

Las aplicaciones más extendidas de esta tecnología son el calentamiento de agua sanitaria (ACS), la calefacción por suelo radiante, el calentamiento de agua para piscinas cubiertas o a la intemperie y el precalentamiento de agua para procesos industriales,

En función de la aplicación, usaremos distintos tipos de colectores ó paneles solares térmicos, variando también la complejidad de la instalación. De esta manera, podemos usar paneles solares planos para aplicaciones típicas de calentamiento de agua sanitaria, colectores de tubo de vacío en zonas especialmente frías o para aplicaciones de calefacción y climatización, colectores de polipropileno sin cubierta para aumentar la temporada de baño en piscinas a la intemperie, etc.

En cuanto a las instalaciones, podemos encontrar desde equipos compactos para dotar de agua caliente sanitaria a una casa unifamiliar, hasta instalaciones más complejas con fluidos caloportadores distintos al agua, intercambiadores de calor, grandes depósitos de acumulación, etc.

Actualmente podemos afirmar que el aprovechamiento de la energía solar térmica es una tecnología madura y fiable, que las inversiones realizadas en general son amortizables sin la necesidad de subvenciones, y que se trata de una alternativa respetuosa con el medio ambiente.

En los últimos años se viene produciendo un aumento notable de instalaciones de energía solar térmica debido, por una parte, a la mayor sensibilidad social y política hacia temas medioambientales y, por otra, a la continua mejora y reducción de costes de los sistemas solares térmicos.

Captadores Solares

El captador tiene como finalidad recoger la energía térmica procedente del sol y transmitirla al fluido caloportador que nos permite calentar agua, normalmente ubicada en un termo-depósito.

Para que la recogida de esta energía térmica, procedente del sol, sea lo más efectiva posible, el captador no solo dispone de una lámina selectiva de captación de esta energía, sino que está planteado de tal forma que nos permita crear efecto invernadero en su interior mejorando el rendimiento del proceso. Este efecto se logra por medio del vidrio que impide la salida de los rayos del sol que entran al captador aumentando además la temperatura interior.

El rendimiento de los captadores APT de Aplisun, al igual que la gran mayoría, está determinado por el resultado entre la energía entrante aprovechable y las pérdidas de calor que se escapan al exterior. Por ello tanto el sistema constructivo como los materiales están propuestos de tal manera que este resultado nos permite una eficiencia energética.

Los captadores están destinados principalmente para:

Producción de agua caliente sanitaria.

Apoyo y/o refuerzo a sistemas de calefacción de baja temperatura.

Climatización de piscinas.

Precalentamiento de aguas para usos industriales.